Una simple definición de diccionario

lunes, 19 de noviembre de 2012

Nagareboshi.


¿Cuántas posibilidades hay de ver una estrella fugaz desde el mismo corazón de una ciudad? Y, aun así, cuando menos te lo esperas la encuentras al alzar la vista. Tan lejana, tan pequeña, tan fugaz... ¿estás seguro de haberla visto con seguridad?

No importa cuánto tiempo estés mirando al cielo nocturno de nuevo: No volverá a ocurrir. Puedes volver a ver otras estrellas fugaces pero, la primera, esta que hizo que mantuvieses tu mirada perdida entre la inmensa oscuridad, no la volverás a ver jamás. Ya no existe, no hay ninguna otra más como ella. Es algo tan repentino, tan inesperado, tan efímero...



Pero ahí ha estado, ahí la has visto, ahí la has sentido, ¿qué más puedes pedir? Su vida es tan corta ante nuestros ojos, casi ni un segundo, pero aun así se graba fuertemente en nuestra mente. Es algo ciertamente fascinante, cómo lo más pequeño y simple como es ver una pequeña luz caer en el cielo nos llama tanto la atención. Pero en la aparente simpleza es donde destaca la complejidad que subyace más allá de nuestros ojos: Un meteoríto, un fragmento de quizás otro planeta, ha llegado hasta nuestra tierra para desaparecer en la última frontera, nuestra capa de ozono.

¿Cuánto tiempo, cuantos y cuantos años luz de distancia ha recorrido hasta ese su fatídico fin? Pero eso no importa, ya no, porque es tan pequeña que nadie se dará cuenta de que ha dejado de existir hasta ese mismo instante en el que su luz se enciede y apaga ante nuestra inesperada mirada.

Podría decir más y más cosas pero... ¿no es aquello que se queda por decir más interesante que lo propiamente dicho? Al igual que aquella estrella fugaz algún día vendrá y... quizás haga que dure un poco más antes de que se apague para no volver a brillar jamás.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues si, es tan sutil y tan significativo. No solo no sabemos de donde vino ese trozo de roca o hielo, pues ya no existe, sino que puede marcar el rumbo de la vida en un futuro ¿y si en ese trozo de hielo viaja una nueva forma de vida, un virus, una bacteria?...

Es un misterio, pero un día una tenue luz como la que hoy has visto fue el comienzo de la vida primigenea.

Quizás, en nuestro subconsciente primitivo al contemplar ese evento recordemos otros mundos que vivimos y que ahora, solo podemos recordar en los sueños más imprevisibles.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.