Una simple definición de diccionario

sábado, 29 de octubre de 2011

Fantasy Impromptu.

Hace tiempo que no sentía esta ansiedad, esta pesadez en el día a día que convierte las cosas más triviales en algo totalmente diferente, desde subir una escalera hasta mirarte en el espejo por si tienes algo en el ojo que te está picando.

La monotonía me afecta como si no dejasen de amartillear una pared, pese a que no tuviese ningún clavo. Poco a poco, pero seguro, la pared irá abriéndose poco a poco hasta al final convertirse en una entrada hacia otro lugar o, sencillamente, la desaparición de una barrera que se alzaba en aquel lugar. Es una tontería pensar algo así, además de que mis ideas actualmente me cuestan demasiado de expresar, sin contar que además las hago equívocamente. He mejorado en mi celeridad a la hora de escribir pero eso no sirve si las palabras que quieres que emanen de tus dedos son errores tras errores.

Ojalá tuviese esta facilidad para poder tocar el piano, por ejemplo. Es un instrumento que me fascina, capaz de dejarme embelesado escuchando música durante horas y horas. Si tengo tanta facilidad para aprender y si mis manos quieren hacerlo, ¿por qué mi ánimo no deja de estrellarse contra el suelo cada vez que intento despegar hacia ese aprendizaje? No lo sé, pero supongo que soy también demasiado vago como para buscar una respuesta a esta pregunta.

De nuevo vuelvo a quedarme sin ganas de escribir, queriendo dejar de lado esta página para poder dedicarme a cosas menos productivas o dejar pasar el tiempo de cualquiera de las maneras. Soy un desastre, ¿eh? Quisiera tener a alguien a quien poderle contarle todos mis problemas, todos nis anhelos, todas mis dudas y necesidades, tener a alguien que sepa que está ahí para lo bueno y lo malo, alguien capaz de golpearme sin piedad cuando doy muestras de ser un absoluto capullo integral, algo que parece que actualmente soy a jornada completa. Quiero conocer a alguien que sea tanto mi mejor amigo/a como peor enemigo/a, alguien con quien poder desquitarme de cualquiera de las maneras y siempre estar bien, alguien con quien poder ser la peor de las personas a sabiendas de que seguirá siendo esa persona para mí. Supongo que, a fin de cuentas, necesito creer en la existencia de alguien que pueda excederme en todos los sentidos, que sea capaz de dejarme a la altura del betún incluso en las cosas que mejor se me dan, alguien que me haga mejorar día a día permitiéndome algún que otro descanso.

Que mis palabras me den fuerzas para poder aguantar día tras día hasta el final de este sueño que se llama humanidad, hasta poder lograr salir a la superficie y respirar aire de verdad. Poder ver las estrellas del cielo nocturno y los lobos aullar, poder respirar aire fresco sin temor a enfermar. Escuchar al fondo ese arrollo de agua helada y cristalina que calmará mi sed. Quiero encontrar algo por lo que valga la pena perder, algo por lo que quiera ganar sin importar qué.

Creo que esta actualización, que comenzó sin sentido, se está convirtiendo en algo que sólo podría clasificarse como pajas mentales o, mejor dicho, desechos de mi pensamiento. El escribir sin parar ni pensar en lo que estoy haciendo, el poner palabra tras palabra buscando un sentido a tal o cual frase... Soy un desastre, el epítome del caos en persona. Es un tanto triste que haya llegado a estos extremos pero... Supongo que soy así, que nunca puedo mantener el propio orden cuando ni siquiera yo soy eso, "ordenado". Sin embargo, lo único que consuela el desasosiego que siento ahora mismo en mi corazón mientras escribo esto no es otra cosa que escuchar música, el piano, ese mágico instrumento capaz de amartillear todo mi ser con cada una de sus teclas, con cada uno de sus tonos. Si yo fuese una canción de piano, ¿cómo sonaría?

Quizás mi mundo de fantasía lo inundaría todo, ya que dicen que me evado de la realidad. Quizás fuese una pieza simple donde en apenas cuatro minutos habrías acabado sin pena ni gloria pero... Creo que si de verdad fuese tan simple no tendría estas divagaciones que tengo ahora mismo, pensando y pensando en cosas que parecen vanales pero que me resultan de tremenda importancia. Soy el caos buscando el orden, soy alguien que busca lo que no es, buscándose a sí mismo en un intento de darle significado a esta vida... Sí, seguramente mi canción sería así, un caos ordenado en busca de una respuesta final, en busca de obtener algo que se encuentre en lo más profundo del caos en sí, siendo el orden establecido. La fantasía de mis pensamientos y divagaciones, de mis anhelos y suspiros lejanos... Sí, seguramente mi canción sería, como esta actualización...

Una fantasía improvisada.

martes, 24 de mayo de 2011

The Fallout. Parte 1.



Documento encontrado en las profundidades de la instalación -CLASIFICADO-. Sólo se encontro una raida mochila, varias raciones vacías, varias rastos de sangre reseca, varios casquillos de bala, y un pequeño cuaderno garabateado. Dada la importancia de esta localización, se procederá a la transcripción del documento encontrado por Sergei Kuhl, en orden de dilucidar lo ocurrido y de si tiene relación con -CLASIFICADO-.

*Nota del transcriptor: El documento se encuentra en un estado deplorable, ya sea por el paso del tiempo como la diversa suciedad acumulada, dificultando el entendimiento. Además, parece ser que el que escribió el documento no tenía demasiado conocimiento de la ortografía, presentando multitud de erratas y expresiones equivocadas. Se intentará respetar en su mayor medida la fidelidad del texto, añadiendo algunas anotaciones cuando sea pertinente.*

Día 1.

Qué suerte. He conseguido salir de esa escuela con vida. ¡Qué potra tengo! Parece ser que se habían olvidado de registrar a fondo la cocina, y he conseguido algunas latas de conserva, aunque no tengo ni idea de qué es lo que tienen. También he cogido este cuaderno y algunos lápices para escribir. Quién sabe, ¡a lo mejor me hago famoso dejando mis escritos por ahí! "El gran aventurero Scalevits* (NT: He intentado leerlo de varias maneras, pero parece ser que el nombre es inventado)... Sí, de puta madre.


sábado, 21 de mayo de 2011

Twisted time.


 Siempre me he considerado como una persona amante de la tecnología. Me fascina los nuevos avances que la humanidad de deja de realizar, los nuevos inventos que no paran de crear con una u otra finalidad. Desde el videojuego más aclamado, pasando por el mejor de los televisores, podría pasarme días y días admirando algo que ni en mis sueños más húmedos sabré cómo funciona... Y que si viviese en medio de la montaña serían poco más que trastos inútiles al carecer de la electricidad necesaria para hacerlos funcionar. Es tan triste eso...