Una simple definición de diccionario

domingo, 17 de enero de 2010

Lord of the wasteland.

Relájate, respira hondo. Inspira, expira... Inspira, expira... Eso es, lentamente. Deja que el aire llene tus pulmones por completo, déjalo salir completamente. Quédate tranquilo, no pienses en nada. No pasa nada.

¿Te encuentras mejor?

Continúa teniendo la mente en blanco, llénala de aquello que gustes: Música, sensaciones plácidas, emociones de felicidad... Tenlas siempre presente, no desistas. Y ahora, recuerda que es lo que te acongojaba. ¿Sigues sintiéndote mal? ¿Desaparecen todas las sensaciones anteriores por esta nueva situación en la que te encuentras? Lamentablemente, sí...

Probemos otra cosa.



Relájate, piensa en el vacío. Que en tu mente y tus oidos se escuche aquella canción de hace tanto tiempo que ya no recuerdas. Una canción que sólo tú conoces. Y ahora, visualiza.

Visualízate andando por un vasto yermo, carente de vida más allá de el viento que sacude tus ropas, tus cabellos, y hace arremolinarse el polvo aquí y allá, como pequeños tornados ajenos a lo que les rodea. Estás caminando hacia delante, sin nadie a ninguno de tus lados. Está vacío, sin vida, pero continúas hacia delante.

Un paso, otro paso, y otro... Caminas tranquilamente, sin pensar en nada y en todo al mismo tiempo. No hay dolor. No hay nada que pueda hacerte daño, salvo la soledad. Pero estás acostumbrado, siempre has estado sólo. Nunca habrá nadie con quien terminar esa terrible soledad, pero no te importa. Eres dueño de tus pasos, de tus emociones, de tus sentimientos.

¿Lo ves? No hay nada que temer, sigues siendo tú. Si alguna vez te vuelves a encontrar a alguien en este yermo, no desaproveches su compañía. Pero esto no implica que tengas que cargar con esa persona si es un lastre. No la abandones, espera a que esa persona te abandone a tí. Y una vez te haya abandonado, no la sigas. Continúa por tu camino, olvidando los sentimientos que tuviste en su momento, pero recordando con añoranza las emociones.

Esa persona ya no está, se ha ido, te ha abandonado. ¿Por qué tener sentimientos que hagan de un lastre aún mayor que la persona en sí? Es hacerse daño a uno mismo sin cesar. No. Eres libre y dueño de todo lo que te rodea, por lo que deja de seguir torturándote con hipotéticas cuestiones, con recuerdos que no son más que heridas abiertas de las que mana sangre sin cesar.

En este yermo tan desolado, si estás solo y sufres es por el daño que tú mismo te haces. Cuando encuentres a alguien que no te abandone, entonces todo será diferente. Regocíjate de seguir viviendo, si bien solo en este mundo. Nada puede dañarte, nada tienes que temer. Eres intocable.

Que los demás hagan lo que quieran, nunca conseguirán hacerte caer.

Sí, eso es. Sigue visualizándote andar por tan vasta extensión de terreno. El sonido del viento al pasar por tu lado, el ruido lejano de los animales, el ahogado murmullo del agua subterranea... Y tus pasos, resonando en la inmensidad de tal espacio abierto. Son tus únicos compañeros de viaje: Los sonidos que te rodean, y el ruido de tus pasos al pisar la árida tierra bajo tus pies.

Ahora, ¿estás mejor?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Simplemente sublime. Siento que lo he escrito yo.